Ayer regresó a la base aérea de Albacete el grueso del contingente que ha vigilado los cielos de los países bálticos durante estas últimas tres semanas.
Cuatro Eurofighter y un A-400M de apoyo del Ejército del Aire y del Espacio aterrizaron en la base manchega, dando así por finalizado el primer despliegue combinado con la fuerza aérea alemana. Cinco Eurofighter alemanes han completado el destacamento que, desde el pasado 25 de agosto, ha asegurado el espacio aéreo en la frontera OTAN-Rusia.
Desde la base de Amari, en Estonia, los Eurofighter han mantenido un servicio de alerta de dos aviones, uno de cada fuerza aérea, listos para despegar 24/7. Los mecánicos e ingenieros del Ala 14, por su parte, han conseguido una simbiosis perfecta con los equipos de segundo nivel de mantenimiento alemanes, permitiendo acometer de manera conjunta la reparación de los aviones de ambos países.