Como nos demuestran todos los días las imágenes que nos llegan desde Ucrania, la artillería vuelve a reivindicarse como un arma decisiva, también en la guerra moderna. Pero no es la artillería tradicional, esa que arrasaba grandes extensiones de terreno con la esperanza de alcanzar a algún enemigo, la que vemos causar estragos en el otrora poderoso Ejército ruso. Los ucranianos utilizan municiones guiadas por láser, GPS o inerciales. Estas municiones, ya sean lanzadas desde un obús o sean cohetes, alcanzan sus blancos con una precisión extraordinaria. Un solo proyectil para cada objetivo. Las ventajas son inmensas. Se minimizan los daños colaterales y se reduce enormemente la cadena logística.
La más común de la munición guiada usada por los ucranianos es la famosa M982 Excálibur de BAE Systems y Raytheon. Pero no son únicamente los ingleses y los estadounidenses los que son capaces de producir estas maravillas tecnológicas. Aunque resulte totalmente desconocido para la inmensa mayoría de nuestros compatriotas, una mediana empresa española fabrica una serie de kits que sustituyen a las tradicionales espoletas, situadas en el morro del proyectil. Instalándose con una sencillísima rosca estándar (2-12UNS-1A), son capaces, mediante unas pequeñas aletas, de guiar al proyectil hasta el objetivo, reduciendo hasta casi cero el margen de error. Además, la tecnología española permite reciclar los proyectiles existentes, convirtiéndolos en munición guiada por el simple proceso de retirar su espoleta y sustituirla por estos kits de guiado. Un proceso mucho más económico que tener que adquirir nueva munición guiada.
La empresa se llama Escribano Mechanical & Engineering y, recientemente, hemos tenido la oportunidad de visitar sus instalaciones en Alcalá de Henares (Madrid) y conocer sus proyectos destinados a la aviación, como la torre para instalar el cañón Mauser de 27mm en un C-295, como los que opera el Ala 35 del Ejército del Aire, o los kits de guiado para bombas de aviación. Una industria modelo de éxito cuyos pasos sería muy deseable que siguieran otras muchas empresas españolas. Investigación, ingeniería y talento para producir alta tecnología con capacidad para hacer sombra a las mayores empresas del mundo. La única manera de competir en esta economía globalizada.
Estos kits de guiado muy pronto podrían estar instalados en los proyectiles de 155 mm que usan los cañones autopropulsados M-109 y los obuses SIAC del Ejército español. Se trata de los proyectiles ER02 y M107, fabricados por la también empresa española EXPAL Systems. Del mismo modo, los ya retirados del servicio lanzacohetes Teruel podrían volver a la vida operativa gracias a los kits de Escribano que, de manera sencilla y económica, pueden transformarlos de arma obsoleta a capacidad estratégica para el Ejército de Tierra.
Un proyecto ganador para todos. Gracias a Escribano Mechanical & Engineering, España consigue una total autonomía a la hora de fabricar un producto de tecnología punta que puede, como vemos todos los días desde Ucrania, decantar el ganador de un conflicto y que, por lo tanto, tiene una inmensa capacidad de disuasión. La única manera de evitar encontrarse en la dramática situación a la que se han visto arrastrados los ucranianos